sábado, 21 de mayo de 2011

Capítulo Diecinueve: Lazos

Amuria cierra la puerta, y sale al pasillo descalza y con un piyama improvisado, no podía creer que su hermano se hubiera molestado en ir a verla. Se le abalanzó y lo abrazó fuerte, pero este no respondió en ningún momento. Entonces se alejó y sonriendo le preguntó.

_ Onii-chan ¿Viniste a verme? -dice ilusionada por su buen ánimo-

_ Emm....sii algo así. -entonces se apoya en su hombro y la contiene contra la puerta- Amuria, ¿Me darías con el gusto? -la mira sonriendo de lado, ella mira a los costados y entonces de forma rápida lo besa con suavidad, se separa y solo se deja caer en sus brazos-

_ Me alegra verte Aiperus. - este la mira de frente, ella solo le sostiene la mirada un tanto más tranquila de lo que él recordaba-.

_ Bueno en realidad....no es tanto venir por ganas que vine, me mandaron. -dice serio y entonces le acaricia la mejilla- Quiero que vengas conmigo, Utena me dijo que debemos tratar unos asuntos con Ab..

_-antes de que terminara de decir el nombre ella se voltea y se encierra en el cuarto- ¡Vete!

_ ¡Amuria! ¡Abre la puerta! -dice enojado y entonces la forcejea- No podrás evitarlo por siempre, en algún punto lo necesitaras y además voy contigo no pasará nada, ¡Amuria!

Uno que otro chico que pasaba por el pasillo se quedaba con cara de wtf al ver la escena de los hermanos gritándose mutuamente. Hasta que Allan se despertó al escuchar a su compañera tan exaltada y le preguntó que ocurría cuando una voz de afuera lo dejó callado.

_ ¡Como quieras Amuria! Cuando quieras hablar búscame, no te obligaré a nada. -entonces se dio media vuelta y salió caminando-.

_ -era la voz de Amuria en masculino y eso le llamó la atención- ¿Quién es?

_ Mi hermano. -dice por lo bajo un tanto pensativa, ¿Qué podía querer Utena y Abalan?-

_ ¿Qué pasó?¿Por qué te gritaba? -dijo con el seño fruncido, si te trata así será mejor que no lo haga frente de mi o sino...-entonces siente que Amuria se sienta a su lado pensativa-

_ Déjalo, yo lo hice enojar, ya hablaré con él. Solo entiende que Aiperus es muy singular, tan solo eso. -se estiró hacia él- Este...no te le acerques mucho, no le gusta que tenga amigos humanos. -le advierte, en realidad no quería saber como sería presentar a Allan con su hermano-.

_ Bueno, solo porque me lo pides bien. -le toma las manos y juega con ellas como los niños- Ya no te amargues, si vieras como peleamos con mis hermanos, te asustarías lo brutos que somos. -ríe por lo bajo-.

_ Jajajja mmm no quiero imaginarlo, más brutos que vos? -dice en broma y entonces solo lo besa rápido y se levanta para vestirse- Vamos, tu tienes clases y yo debo encontrar a mi onii-chan para aclarar las cosas.

_ Amuria. -dice a la par que se levanta y busca su ropa- ¿Qué idiomas hablas?¿Japones?

_ -lo mira con gracia- Si, perdón en la costumbre, "onii-chan" es hermano mayor.

_ Ya veo, te pregunto porque dormida también dices cosas así.

_ ¿Dormida? Yo no hablo dormida.

_ Si lo haces, y es raro, hasta ....emm...-se calla-

_ ¿Hasta qué? -lo mira mientras se cambia la remera-

_ Hasta haces ruidos...de no se...."momento" -ríe por lo bajo y acota- Quizás debería pedirle unas clases a Mao así te entendería mejor...

_ -se sonroja y lo golpea en la nuca- Tu debes soñar eso, yo no hablo dormida.

_ Ya, eso dolió.. -se queja por lo bajo y luego volviendo al tema le dice- Tranquila, no haré nada a menos que me dejes, pero si vuelve a gritarte así no se...

_ Solo confía en mi, lo arreglaré, solo necesito saber que quiere y luego veremos. -dice muy convencida de sus palabras-.

_ Okey, lo dejaré en tus manos pero no dudes en pedirme ayuda. -le dice y ya listo abre la puerta- Nos vemos a la tarde. -siente que le toma la mano, se voltea confundido ante aquello-.

_ Te esperaré, no vayas al bosque hoy. -le pide con inocencia y sonríe-.

_ -abre los ojos un tanto apenado, entonces afirma con la cabeza y ya cerrado la puerta sonríe el también, era raro pero lindo ver ese lado de ella-.

Entonces a quedarse sola, la diablesa se abraza con sus brazos, no quería quedarse sola, no quería enfrentar a Aiperus, pero no podía esperar más. Respiró con determinación y alzando la vista, poniendo la mejor cara de seria que pudo, salió del cuarto y se dispuso a actuar.

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La diablesa entró a uno de los jardines interiores, hacía horas que buscaba por su hermano, entonces al pasar unos rosales lo ve. Estaba sentado en un banco, tirado hacia atrás mirando hacia el cielo pero dormido. Se le acerca y se sienta a su lado. Acaricia su rostro con delicadeza, le tenía tanto amor, que tan solo deseaba que no hablara y fuera como cuando eran niños, solo ellos y nada más. Sin más se le acercó más y rodeó su cuello con sus brazos, de forma serena roza sus labios con los de él. Entonces el íncubo despierta y le corresponde con la misma delicadeza.
Aiperus la contenía en sus brazos hasta que por fin se quedan sin aire y ella se recuesta sobre su pecho para calmarse. Algo se sentía distinto en ese beso, antes tan común y recurrente entre ellos.

_ ¿Tu me quieres onii-chan? -le dijo con seguridad-

_ Ya no se lo que es el cariño, Amuria, solo sé que me agrada besarte. Se siente bien. -le responde con sinceridad pero la abraza aún más fuerte para acotar- Aún así, admito que te quiero a mi lado.

_ -intentó tomar eso con un buen sentido, ignorando el hecho que era una frase totalmente ambigua- Ahora, dime ¿A qué vienes?

_ -la toma del cuello apenas moviendo su mano- Y la cuestión es la siguiente, ya no hay tiempo Amuria.

_ ¿Tiempo?¿Para qué? -siente como posaba uno de sus dedos en sus labios con tranquilidad-

_ Ya, déjame hablar. -le dice y entonces apoya su mentón sobre la cabeza de ella, hasta parece hablar con dulzura hacia ella- Si no tomas una decisión en menos de un año, seremos separados, la unión de sangre que llevamos se disolverá y este afecto quizás....desaparezca.

_ -ella se aferra a él y muy angustiada le pregunta- ¿Por qué?

_ Porque en parte la sangre que nos unía ha desaparecido, y solo me queda la que compartimos como semi-demonios, y solo me apego a ti por eso. Pero si el tiempo pasa y no nos unimos, ese lazo se romperá y serás para mi, como una mujer cualquiera, sin nada más... -y entonces la mira- a decir verdad, ya no siento lo mismo por ti, Amuria.

_-la diablesa sintió algo quebrarse en su interior- ¿Co-co-cómo?¿Tu y-ya no...

_ Ya no te quiero. -le responde frío y luego solo sonríe- No lo entiendes, ahora solo siento atracción física hacía ti, después de todo eres la parte de mi.

_- se levantó bruscamente y fingiendo enojo intentó huir de allí- ¡Entonces si es por eso! ¡Solo déjame pensar sola!

_ Como quieras...-mencionó sin más pero al cerrar sus ojos su figura desapareció y reapareció justo en frente de su hermana- Amuria, ya no me queda paciencia. -la toma de la cintura y nota algo extraño- ¿Qué te pasó?

_ Nada. -dice enojada y entonces intenta zafarse de ese agarre- ¡Ya suéltame idiota! -grita por lo bajo-

_ ¿Quién te hirió? -le pregunta al borde del enojo, sabía bien que ella no era tan torpe-.

_ Nadie, solo ¡Suéltame! -entonces lo empuja, se había puesto histérica al recordar aquello, caminó furiosa hacia la entrada a uno de los pasillos y solo suspiró-.

_ Mmm....está ocultando algo. -pensó el íncubo y una sonrisa siniestra se formó en sus labios- Y yo quiero saber que.

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Allan pasó horas esperando a Amuria, no sabía si le había pasado algo, pero sabía que no estaba con su hermano, ya que se cruzó con este en la tarde y solo le dijo:

_ Debe estas por ahí, se ha ofendido así que tardará en salir de su ensimismamiento.

No le resultaba raro que le respondiera así, porque era exactamente igual que la parte recia y oscura de Amuria, inclusive su mirada inspiraba el mismo cuidado que la de su gemela. El dragón solo se acostó, tenía el presentimiento que debía entrometerse pero era algo familiar de ella y no quería molestarla, además, le había prometido que la dejaría arreglarse sola.
Sintió la puerta abrirse lentamente, se volteó rápidamente esperando a verla pero no, no era ella.

_ ¿Aiperus qué haces aquí? -cuestionó sin más-.

_ Vine a ver si Amuria se encontraba, ¿Tú eres su compañero? -era el mismo chico que lo había cruzado antes, pero se sentía distinto a un humano, debía tener cuidado.-

_ Si, podría decirse, pero si se enojó es mejor dejarla sola. -dice disimulando su preocupación ante el demonio- ¿Qué le dijiste? Por lo general no pasa la noche afuera.

_ Nada fuera de lo normal, solo fui honesto y se enojó, las hermanas menores siempre son histéricas y eso.. -se excusa y entonces se anima a preguntar- Allan ni tu ni yo somos humanos, no te intimides.

_ Lo sé bien. -responde serio y entonces se levanta y se quedan mirándose fijamente con intensidad. El dragón pudo cerciorarse, que ya no quedaba ni una pizca de humanidad en su ser-.

_ Tú eres un híbrido como mi hermana. -dice tranquila y con los ojos serenos, entonces le coloca su mano en el hombro a él y se le acerca al oído- Te diré un secreto, ella no lo será por mucho. -deseaba ver cómo reaccionaba-.

_-se quedó callado unos segundos, no sabía que responder, además de que la presencia del íncubo le ponía inseguro- Eso lo decidirá ella.

_ Veo que la conoces, entonces no te molestará la siguiente pregunta dragoncito ¿ Qué tipo de relación tienes con ella?  -le prestó suma atención a sus gestos y voz-

_ Nosotros somos amigos, buenos amigos. -asegura y entonces se saca la mano de él de encima suyo- Creo que es mejor que te vayas, si quieres le diré que estuviste aquí. -ya no soportaba tenerlo cerca, lo molestaba de alguna forma, incluso su mirada se tornó un poco hostil-.

_ No, solo lograrás ilusionarla, y mis intensiones no son esas. -toma la perilla de la puerta y antes de salir exclama- no te hagas el tonto, Amuria es más cruel y fría de lo imaginas y pronto lo verás. Te lo aseguro. -sonrió y salió casi sin hacer ruido al cerrar la puerta-.

"No me gustaría tenerlo de hermano." pensó Allan y se sintió un tanto frío al pensar algo así, a fin de cuentas, Amuria lo quería y bueno, quizás solo eran presentimientos erróneos de su instinto, nada más.
Ya eran las tres de la mañana cuando la diablesa dio señales de vida, entro sigilosa y quedándose solo en ropa interior se metió en la cama con Allan y apenas lo abrazó desde la espalda. Él no pudo evitar sentirla y entonces se volteó y la tomó en sus brazos, estaba congelada, seguramente había vagado por el bosque como siempre que necesitaba pensar. La diablesa se acurrucó y entre sueño murmuró:

_ ¿Ya no me quieres? -de una forma infantil-

_ Yo te quiero mucho. -le responde también dormido-.

Amuria sonríe y después calla.

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A la mañana siguiente Allan se levantó y la vio dormida, lucía pálida, era raro, aunque los asiáticos son pálidos dijo para sí. Solo se le acercó  con ternura la besó en la comisura de sus labios, estaban calientes como siempre. Entonces se separó y se dispuso a vestirse.

_ Amuria, eres todo un caso Amuria. -dijo resignado y apenas le acarició el cabello para despedirse- Te dejaré dormir, solo espero que tu hermano no te moleste. -le besó sobre el cabello y luego se fue-.

Al salir abrió la puerta y salió directo al lado derecho del pasillo, sin notar que una sombra a su espalda lo observaba con atención.

_ Creo que me voy a divertir un poco en este lugar. -exclamó con malicia y al ver una joven de lentes pasar por allí, al reconocer la marca en su alma, supo que ya tenía un nuevo cómplice-.

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Me confié demasiado, lo subestimé y no fui capaz de preveer nada más que las consecuencias una vez que pasaron. Tonta de mí, al exponer a tantas personas buenas por mi propia ingenuidad. 
Es entendible por una parte, nadie desea el  mal o quiere pensar mal de su propia familia, pero...a veces es inevitable.
Solo lamento el hecho no poder ver lo que Aiperus hacía a mis espaldas, el hecho de haberme lastimado, eso, jamás lo olvidaré...

1 comentario:

Minae dijo...

Oh, oh...
No, nada bueno saldrá de la visita de Aiperus
Él notó la herida de Amu D:! Y l muy cruel le dijo que ya no la quería, pobre Amu T-T
Y Allan, tan tierno, tan lindo, TTwTT yo quiero un Allan para mi xD
Un buen capítulo nee-chan, estoy esperando el proximo :D!!