jueves, 31 de marzo de 2011

Capítulo Catorce: El Ojo de la Tempestad -1-

La diablesa suspiraba un tanto preocupada, hacía semanas que Azrael había desaparecido y su falta se hacía notar. Estaba fatigada, cansada y sin ánimos de hacer nada, era la falta de "comida" y ella lo sabía bien. Se levantó sin apuro alguno, estaba cabizbaja, sus piernas le fallaron un minutos pero entonces unos brazos la sostuvieron de la cintura.

_ Te tengo. -dijo su compañero de cuarto, y entonces siente como la hundía las uñas a más no poder en sus manos y no soporta, la suelta- ¡Hey! ¿¡Qué te pasa!?

_ No necesito tu ayuda, tan solo me tropecé, inútil. -le dice cortante al final, mientras al mirar sus manos nota lo pálida que estaba-.

_ No luces muy bien, hace días te veo un poco...- dice el preocupado e intenta acercarse pero un grito lo detiene-.

_ Lo que yo haga no te incumbe, solo.. ¡Déjame sola idiota! -lo mira con furia y sale por la puerta-

_ ¡Espera! ¡Amuria yo no..-sale detrás de ella pero ya estaba muy lejos- ... "Quiero ayudarte" -pensó con tristeza un momento-

La diablesa se ocultó en la biblioteca, al ser tan grande no tendría problemas en poder estar sola un momento. Se sentía mareada, la abstinencia le estaba afectando y debía solucionarlo.
En medio de sus pensamientos, escucha unos pasos cerca de ella, una joven de anteojos, parecía pequeña. La diablesa cambia su expresión y comienza a prepararse para atraerla, no tenía mucha fuerza, pero como era pequeña no le costaría demasiado.

_ ¡Niña! ¿Podrías ayudarme? -dice con inocencia mientras se alzaba la mano- No me siento muy bien. -fingió un malestar de estómago-

_ ¡Claro! ¡Ya voy! -dijo la joven con una voz chillante mientras sus coletas se movían con torpeza. Se acercó y la ayudó a levantarte, que perfume más extraño pensó al sentirla cerca.- ¿Quieres qué te lleve a la enfermería?

_ No, no, solo....si no es molestia...-su actuación era sorprendente- ¿Podrías acompañarme a mi habitación?

_ Si, no hay problemas...aunque llegaré tarde a clase, pero no importa. -dice con un poco de duda y entonces la sostiene con un brazo-.

_ Gracias eres muy amable. -le sonríe con amabilidad- ¿Eres nueva? No, te he visto por aquí. -comienzan a caminar entre los libreros-.

_ Sip, me inscribí a 2º año ayer, soy Mao por cierto. -dice denotando que aún era una niña inocente en su forma de ser.-

_ Ya veo, bienvenida entonces, soy Amuria.-le responde, era japonesa, quizás podría ser un ventaja-.

_ ¿También eres de japón? -le asiente con la cabeza- ¡Qué bien! No creí que hubiera otra nipona en la escuela. Me costó mucho aprender inglés, pero bueno, algo se me entiende no? -pregunta mientras abre la puerta de la biblioteca para salir-.

_ Si, un tanto rápido pero bien, si quieres podría asesorarte. -le ofrece sonriendo ya menos amable, no tardaría en surtir efecto-.

_ Me encantaría. -entonces su sonrisa se desvanece, una sensación desconocida la invadió, sentía un calor muy profundo en su interior y al ver a Amuria se hacía cada vez más fuerte.- ¿No sientes calor? -pregunta con ingenuidad ante esa sensación desconocida-.

_ No, pero no te culparía, estas un tanto abrigada. -le dice casi sin que se notara aquel tono de perversión común en ella. Se detiene un momento y la pequeña se saca la campera.- Tienes cuerpo de lolita, eres linda. -le dice sin recelo mientras la mira-.

_ -se sonroja por completo mientras siente que la toma por el brazo y la acerca a ella- ¿?

_ También eres muy dulce. -le lame la mejilla como una neko- mmm....sabes bien...

_ ¿Qué estás hacien...-queda a medio decir cuando al sentir las leves caricias de la diablesa en su rostro siente que había perdido todo control de sus acciones. Aún así su respiración se agitaba cada vez más.-

_ Hablas por demás, pero no me molesta. -sonríe mostrando su malicia- No es necesariamente para hablar para lo que te necesito.

La toma del rostro y aprisionándola contra una pared le plasma un beso apasionado sobre su suave piel, era alguien tan inocente y pura que no pudo resistirse por mucho. Amuria tomó de ella cuanto pudo y en cuanto se sintió satisfecha la soltó y esta calló al suelo agotada. La diablesa recobrada de energía caminó sin darle importancia, dejándola sola.
La muchacha se sostenía el pecho con fuerza, le costaba respirar, pero aún así si le preguntaran estaba confundida...como si no pudiera recordar que la había puesto así...

-------------------------------------------------------------------------------

Un chico alto vagaba por los pasillos cuando algo le llama la atención, una niña estaba sentada en el suelo y no parecía estar bien. Se acerca y se baja a su altura.

_ Niña, ¿Estás bien? -le pregunta con inseguridad-.

_ Si....solo....necesito...mi inhalador....está en mi mochila...podrías? -le señala el bolso al otro extremo del pasillo-

_ -se sorprende de su tranquilidad y va rápido por el coso se lo coloca y aplica. Entonces la joven vuelve a respirar con normalidad- ¿Qué te pasó? -pregunta preocupado-.

_ No estoy muy segura. -dice mientras toma el inhalador y lo sostiene mientras se calma- Seguro me dio un ataque y no pude sostenerme, suele pasar, no me di cuenta de tener el paf cerca....solo eso...-dijo un tanto dudosa pero sin otra explicación que dar-.

_ Mmm...-se quedó pensando, porque si fuese así el bolso que hacía del otro lado. Igual prefirió ignorarlo y solo ocuparse de ella- Ven, te llevaré a la enfermería.

_ Creo que sería lo mejor, no recuerdo bien cuando me pasó, quizás una revisión no me vendría mal. Vaya forma de empezar mi primer día, faltando a clase. -suspira cansada pero con un poco de vergüenza en su voz- Lamento la molestia, ya creo que puedo levantarme. -dijo y se levantó con cuidado para comenzar a caminar-

_ Igual te acompañaré. -le dijo y la sostuvo de la cintura, ella se estremeció por el contacto- Lo siento, si te pone nerviosa solo me quedaré a tu lado...-sonríe con nerviosismo-

_ No, esta bien, solo soy tonta así...-dice un tanto para calmarlo- Soy Mao y tu...

Y así continuaron hablando, la pequeña le caía bien al dragón, parecía ser muy dulce y buena para las niñas que había conocido hasta ahora. No le costó mucho volverse su amigo, solo por el problema de que le costaba pronunciar su nombre, por lo que terminó apodándolo A-chan, su dulce voz era un tanto enternecedora con el chico de dura apariencia.
Pero pese a que siempre estaba atento, no pudo percatarse de aquella esencia tan particular que la rodeaba, un aroma solo perteneciente a una sola persona.

-----------------------------------------------------------------------------------------------

Amuria se siguió aprovechando de la joven, aún sabiendo por sus charlas nocturnas con Allan sobre su problema, era...como decían muchos... demasiado "violable" y el instinto le ganó a la súcubo.
Todo empeoró cuando descubrió cual era su habitación, una noche después de creer que el dragón se había dormido, se escabulló del cuarto y comenzó a dirigirse hacía su víctima, su nuevo juguete.

Las sombras de la noche eran sus compañeras. Despistó a todos los vigilantes y por fin llegó a su destino. Entonces interrumpiendo los sueños de la pequeña esta se despertó asustada y en cuanto vio a la chica en su cuarto se aterró por completo. Le empezó a dar una ataque, cuando Amuria toma el inhalador del mueble y la ayuda, pero en cuanto se recobra esta le dice:

_ Vine a jugar, mi lolita. -sonríe perversa y comienza a besarla con brusquedad, tanta que Mao emite un quejido de dolor pero es ignorada por completo-.

_ Basta....por fa...-llegó a decir, pero no podía resistirse, ella no era tan fuerte como su atacante-.

_ Ya, te gustará. -le dice lasciva y le muerde el cuello mientras la escucha suspirar hasta sonrojarse a no dar más.- Lo se, solo déjate llevar.

La diablesa estaba cegada, por momentos pensaba en que su gusto era distinto, de un acosador sexópata a una pequeña inocente, había una gran diferencia. Entonces sintió como se estremecía en sus caricias, deslizó sus manos bajó el piyama de ella y al sentir su tibia piel entre sus dedos escuchó por primera vez como gemía por lo bajo, ya bastante agitada nuevamente. Amuria la miró de frente y volvió a usar el inhalador, luego lo dejó y mientras sus manos jugaban debajo de su playera la besaba con intensidad, estaba bajo su voluntad y eso era peligroso. Sin embargo, en un momento intentó ir más allá, deslizó una de sus manos en su pierna pero algo la detuvo..

_ Detente...ya no...-la miró, estaba llorando. En el pecho de la súcubo un recuerdo muy doloroso se hace presente y se levanta de golpe-

No podía creer lo que había hecho, para un demonio sería común, pero sentía que había pasado la línea. Entonces la contuvo en sus brazos, solo eso, y luego la besó para que olvidara todo...
Mao sintió como si sus labios ardieran, sintió como si su mente se pusiera en blanco y luego cerró los ojos súbitamente. La diablesa la dejó recostada y luego de observarla una gran presión apareció en su pecho, pronto volverían aquellos recuerdos y no deseaba estar ahí cuando ocurriera. Se evapora en el aire...

----------------------------------------------------------------------------------------------

Mao se levanta, se sentía terrible, tenía fiebre de seguro y su cuerpo a penas se podía sostener solo. Se levanta y busca su inhalador, estaba vacío, que suerte la suya. Como puede levanta sus recetas y medicamentos y sale para dirigirse a la biblioteca.
Los pasillos en medio de la noche le daban miedo, además de estar muy mareada, entonces alguien la abraza por detrás...ella apenas se sostiene y se deja caer..

_ ¿Mao? -dijo sorprendido al sentir como se dejaba caer, él la había querido asustar, pero al sentir su alborotada respiración se asustó y la volteó mientras sentía que se aferraba con esfuerzo a él-

_ ¿Allan? -llegó a decir mientras la presión en su pecho aumentaba-

_ -al escucharla y sin dudarlo la levantó en sus brazos y corrió a la enfermería- Tranquila, yo te ayudaré.

La pequeña solo se sostuvo de su cuello, él iba lo más rápido que podía, estaban algo lejos. Al llegar casi tira la puerta abajo, estaba vacía, claro a esa hora la enfermera ya se había marchado. Dejó a Mao sobre la camilla y comenzó a buscar lo que fuera, cuando en realidad no tenía idea de lo que hacía. La joven ve lo que hace y con esfuerzo busca en sus cosa un papel, entonces lo llama débilmente.

_ Búsca..esto... -estiró la mano mientras sentía que se desmayaría en cualquiera momento, cerró los ojos y con la otra mano se tomaba del pecho-

El dragón lo tomó y entendió, se apresuró a buscar en los cajones y repisas, no sabía si ella podría soportar mucho más. Entonces lo encontró y sacando el inhalador de su mano lo cambió con rapidez y colocándole la mano en el cuello puso el aparato en su boca y lo apretó para que tomara el medicamento.
En cuanto sintió que su pecho se abrió abruptamente tosió un poco por el impacto, se sostuvo de Allan y de forma lenta se fue relajando. Una vez más tranquila, se acostó en la camilla y cerró los ojos, esta cansada, la fiebre la hacía sentir adormecida. Él lo notó y buscando un poco de agua fría comenzó a poner trapos fríos sobre su frente. De verdad se había pegado un buen susto, pero ahora que tenía la situación más controlada, la duda de porqué estaba así apareció en su mente.
Entonces pone su mano sobre el pecho de ella, su respiración estaba mejor, sonríe apenas. Había algo más..¿Marcas?
Enciende la luz de una lámpara, y entonces la observa con más atención. Tenía un costado del labio rasgado, y unos moretones en el pecho. Los rozó apenas con sus dedos, no eran marcas, eran mordidas, retiró su mano horrorizado. Olió la yema de sus dedos, ese aroma, él lo conocía.
Abrió sus ojos con sorpresa al darse cuenta y maldijo por lo bajo, no podía dejarlo pasar esta vez. Pasó unas horas atendiendo a Mao y en cuanto su fiebre bajó la tomó nuevamente en brazos y la llevó a su habitación.
La dejó bien abrigada en las sábanas y le besó la frente.

_ Espero no recuerdes nada, tú no mereces que te traten así, pero no te preocupes....yo arreglaré esto y nunca más te hará daño.

Abandonó el cuarto, y cerró la puerta con cuidado. Ahora sus pasos eran llenos de enojo y su destino era claro: Amuria.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

La diablesa estaba en el cementerio, entre las tumbas parecía esconder sus dudas. Era una vergüenza como demonio, inclusive como humana, no era nada en ninguna de las dos razas que formaban su cuerpo. El mal decía "eres patética y débil" , el bien respondía "fue despreciable pero se detuvo, eso es bueno...no?".

_ Ahhhh...-se decía mientras golpeaba el tronco de una árbol- Esto no es así...

Se quedó un buen rato así, porque, porque, ¿Por qué?.
Estaba mejor, siempre se había aprovechado de los demás para vivir, debía hacerlo. Aunque con el pasar del tiempo todo se complicaba, ya no era un han'gô, ahora sus instintos estaba divididos. Fue advertida, sabía que eso pasaría, pero aún no estaba lista para hacer una decisión. Si dejaba pasar más tiempo sería más difícil....aunque....todo era confusión en su mente.
Se quedó con la frente pegada contra el árbol y se sostuvo con mano hundiendo sus uñas en la madera. De lo más profundo de su ser salió lo único que sabía.

_ No quiero estar sola. -sus labios temblaron al terminar la frase-

Entonces sintió una cálida brisa abrazarla, inclusive podría decirse que fue reconfortante, como si alguien estuviera con ella. Qué locura pensó, y luego en el crujir de las hojas y la niebla un leve susurró se asomó en su oído.

_ Tú nunca estas sola, yo estoy aquí Etsuko. -la voz era familiar-.

_ Okasan...-dijo abriendo los ojos con miedo, se volteó, pero no había nada. Bajó la cabeza y se golpeó con la mano- Que idiota soy...

Se arrodilló en el piso sin medirse, solo quería acabar con aquellas sensaciones molestas. Fue envolviendo su interior con aquel lado demoníaco que tanto le costaba controlar, sus ojos se tornaron rojos y con una sonrisa perturbadora se levantó.
Poco a poco se adentró en el bosque, y entonces, chillidos de animales se comenzaron a escuchar, era algo aterrador que se ocultaba en la oscuridad. Un demonio.

CONTINUARÁ

1 comentario:

Minae dijo...

NO, NO!! NO PUEDE SER QUE ESCRIBAS TAN BIEN!! >w<
Simplemente me mata, me mata cómo todo se va entrelazando de a poco y tan bien!
Amo a Allan es tan, tan.. adasdglkjas es tan él <3
Y mao, tiene alma de neko violable xD
No dejo de decir que esta historia es una de las mejores, me encantan esas pequeñas cosas que hacen que la historia sea tan linda!
Bueno, muy buena entrada nee-chan, espero que publiques pronto!! ^0^