sábado, 13 de agosto de 2011

Capítulo Treinta y dos: Saludos

Desperté y tuve la necesidad de levantarme, extrañamente mi cuerpo se sentía como aturdido y tardaba mucho en responder. Noté que mis piernas apenas podían moverse, pero peor aun mis brazos parecían no tener en cuenta mi voluntad. Al rato intentando moverme siento la puerta abrirse y veo a Lucía entrar. Esta me miró con paciencia y mientras ataba su alborotado cabello en una coleta me dice mientras se sienta a mi lado.

— Pequeña, tu cuerpo tardará en responderte, cálmate. A mi me pasó lo mismo y ves, pasa. —entonces la levanta y la apoya en unas almohadas— ¿Recuerdas algo?

Intento hablar pero no lo consigo, entonces muevo la cabeza en negación. Mi cuidadora suspira y entonces me toma una mano y la sostiene con fuerza.

— Niña, tu estuviste en un juicio por tu vida, ser un demonio o un humano. Al parecer, el amor fue más grande que tu ambición, y tu eres una humana ahora. Tu cuerpo y esencia se transformó por completo, pero tu alma sigue igual. No podrás recordar todo a la perfección, y quien sabe si en algún punto podrás recordar...lo importante ahora es que puedas empezar de nuevo y yo te voy a ayudar.

Yo sólo quedé confundida, por alguna razón le creía y por otro, al oír la palabra "juicio" me estremecí y las ganas de llorar regresaron. Intenté soportarlas pero no pude y la desconcertada mujer no hizo sino abrazarme maternalmente.

Al pasar los días, comencé a moverme más por mi cuenta y de a poco conseguí poder hablar o al menos expresar pequeñas palabras. Lucía me decía que debía volver a entrenar mi reacción a mi pensamiento, no debía ser tan difícil en alguien joven como lo era. Y tenía razón, en un mes, ya hablaba con fluidez y me movía casi con la misma agilidad de antes.
En el transcurso de esos días, la mujer se fue volviendo más compañera y trato de abrirse más.  Esta me veía como una hermana, cómo me había cuidado aún sin conocerme, era extraño pero a la vez se me hacía familiar su rostro. Finalmente un día, la mujer me hizo saber de su identidad.
Estábamos en la cocina tomando el té de la tarde cuando me contó mientras miraba hacía la ventana.

— Supongo que te preguntarás ¿por qué estás aquí?¿por qué soy tan amable contigo? Verás...—dio un sorbo a su taza y prosiguió— soy la hermana de Juliett, un demonio que conociste y que al parecer le caíste bien. Ella me dijo que si te convertirías en humana y que debía ayudarte y henos aquí.

— ¿Juliett? Te me haces conocida, pero la verdad no estoy segura. —dice mientras la miraba detenidamente.

— Mmm...a ver. Imagíname rubia, con los mismos ojos. —se desabrochó un poco la blusa haciendo un escote exagerado— y vestida de una forma sensual, así es mi hermana.

Al verla por un tiempo prolongada y al acercarme un poco a su rostro tan serio, mi mente me jugó una broma haciendo aparecer la figura de ese demonio frente de mí. Recordando las veces que la había tenido cerca y más que cerca de mi. Los colores se me subieron a las mejillas, no podías pensar en que había hecho tales cosas y con una persona como ella. Aún así, al sentir la cálida carcajada de mi compañera volví al mundo real y escuché su veredicto.

— No me sorprende, eres muy linda niña, pero mi hermana siempre se pasa de "linda" con muchas. —sonrió mientras en su mirada sólo se veía soledad.

— No puedo creer que haya hecho eso, no creí que fuera así como mestiza.

— Y en cuanto recuerdes más, más te darás cuenta de lo que viviste, tal vez te guste, tal vez no. Todo es cuestión de verte, si eres humana, te han amado mucho mi pequeña.

— ¿Amado?

— Si, la única forma de que te convirtieras en humana es que muchos así lo desearan y te quisieran d este lado. Por lo que me han contado, tenía un hermano ¿no es así? Probemos tu memoria, dime su nombre, te daré una pista: empieza con "A"

— Mi hermano se llamaba...—su rostro, su sonrisa se hicieron presente al decir hermano— Daisuke. —sonrío sin darme cuenta.

—¿Mmm? —apenas murmura con cara de desorientada1— No, era Aiperus, pero tal vez ese era su nombre al convertirse. Debes estar algo cerrada aún, yo recordé toda mi vida en días, aunque tuve ayuda de quien más me conocía.

— Aiperus, él no era mi hermano. —dije triste, no pensé que ese demonio era Daisuke, no lo era.— Después de convertirse, dejó de ser Daisuke, yo lo llevó en mi corazón.

Lucía me sonrío, por pena o por entendimiento aún no estoy segura. Luego de tomar el té me pasó a explicar muchas cosas. El cómo comportarme, cosas que no tenía idea que sabía hasta que logré recordarlas. Entonces me preguntó en qué era buena, yo le dije que no estaba muy decidida en algo.

— Te veo cara de pintora ¿has pintado alguna vez?

— La verdad, no lo creo, ¿pintora? suena muy difícil.

— No lo es tanto, claro si tienes ideas. Probaremos eso.

Me quedé sorprendida de lo decidida que era, aunque con el tiempo me daría cuenta que Lucía siempre mostraba mucho y ocultaba más. Al parecer le caí bien, y por alguna eso me hizo pensar que era un problema. Más aún con los rumores que transitaban sobre ella.
Verán mi tutora, como la empecé a tratar ya que era una mujer en mi comparación, era una persona muy respetada a simple vista como así también muy polémica. En muchos de los lugares dónde me mandaba a comprar era más de uno el que hablaba de ella, a veces mentían, otras parecían que la examinaban como si fuera una especie rara.  En una oportunidad hablé con el sacerdote, el mismo que me encontró, según él Lucía era un alma muy difícil de complacer pese a estar siempre dispuesta a ayudarlo con sucesos "más allá de este mundo" me confesó que nunca la conoció a más.
Los niños me decían que tenga cuidado, que ella era una bruja que se alimentaba de las personas y las cocinaba como verdura. Me pareció ridículo.
Después las mujeres mayores me contaban que era tanto una maldición como bendición, más de una vez ayudó en casos de demonios que poseían a sus pequeños, pero también era una hereje por nunca haberse bautizado ni ir a misa. Eran muy tradicionales, yo no les creía, aunque si me asustaba en algún punto; ¿por qué siendo humana seguía en contacto con los seres de la oscuridad? Finalmente llegué a hablar con la última parte del pueblo, los hombres. Estos me dijeron que nunca hablaba con ellos, a veces si se la veía salir con los más jóvenes pero en realidad no sabían de que hubiera estado casada ni nada. Todo un misterio, esa fue mi conclusión.

— Lo único que oculto es mi odio hacia este pueblo. —me dijo una vez y no más.

Creí que podría llegar a conocerla, en un punto pensé que era bipolar, un día contenta y llena de alegría y al siguiente todo le caía mal y fumaba sin parar hasta que le agarre un ataque de tos. Inclusive hubo veces en que me trataba tan mal que tuve que irme de la casa hasta que se pasara el humor. Una mujer rara, una noche me dijo que nadie duraba más de cinco años a su lado, pero nunca estaba sola.
Eso me llamó la atención, será que había tenido más chicas como yo o solo se hacía la misteriosa y enigmática para que no husmeara en su vida. Mi curiosidad era grande así que poco le sirvió y solo alimentó mis ansias por conocerla. No se parecía a su hermana, a quien recordé demasiado bien en poco tiempo, ella era inestable e impredecible. Aunque toda mi curiosidad y ansiedad por conocerla se fueron un día en que me reveló sus verdaderas intensiones conmigo.

Una noche estábamos tomando mientras en un intento por relajarme para unas pruebas de un curso que estaba tomando. Entonces se me fue la lengua ante el efecto de aquel dulce licor y comencé a contarle los miles de rumores, de ella.
En un momento, se estar sobria, me hubiera callado porque su rostro ya no se reía sino más bien estaba enojada y mucho. Recuerdo que se levantó de su silla y me miró tan fijo que creí que moriría con solo esa mirada.

— A mi no me importa que te digan, sólo ten cuidado con lo que tu dices, llegas a decir algo sobre que era un demonio y créeme que conocerás lo que es un verdadero demonio. —me alzó el rostro y me besó, sintiendo como sus labios me quemaban por dentro, tuve el reflejo de quitármela de encima pero de no ser que fue ella quien me soltó no se si podría haber quedado tan bien— El que no sirva a Satán no quiere decir que sea una buena persona Amuria, sólo me ocupo a favor de mi hermana pero yo, y que te quede claro, NO soy una buena persona y nunca lo seré...aunque me gustaría serlo...—esto último fue más como un susurro.

Desde esa noche yo no le pregunté nada que no quisiera decirme, tampoco hablé con nadie de más chismes y me concentré en recordar lo que tanto había olvidado.
Esto me llevó tiempo pero quizás tuvo un motivo, quizás había alguien que aún no debía recordar...

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En medio de un campo abandonado mucho separaban sus caídos y los llevaban a sepulcro sin el más mínimo ruido o queja alguna. Los demonios buscaban a los suyos y los devolvían al fuego del cual nacieron, los dragones envolvían a sus compañeros y los enterraban.
En medio de las caras tristes y una que otra lágrima silenciosa, estaban dos hermanos tirando tierra con una pala, terminaron. El menor solo dedicó una plegaria simple, el mayor solo miró al cielo esperando algún día volver a verlo. Se quedaron viendo la tierra recién removida hasta que oscureció y entonces juntos se dirigieron a su campamento.

— Tranquilo, yo le diré a papá y mamá.

Ve como su hermano le sonríe apenas, era extraño, en parte le dio miedo esa sonrisa y claro su instinto no le fallaba. El más joven calló de bruces al suelo mientras se sostenía el abdomen con fuerza. Una mancha de sangre se distinguía en su ropa.

— ¡Allan! —gritó mientras lo tenía contra su pecho y comenzó a pedir por ayuda, lo miró bien y quitó el pelo se su rostro, apenas tenía abiertos esos ojos celestes únicos en el mundo— Allan por favor no me dejes solo, no me dejes solo...por favor...

Esa la primera y única vez que el mestizo vio llorar a su hermano, mientras lo abraza con fuerza sentía sus lágrimas caer sobre él. Había soportado el dolor todo el tiempo con tal de acompañar a su hermano caído, y ahora parecía caer él también...en un momento cerró los ojos y el llanto de su hermano se hizo inaudible.


CONTINUARÁ

1 comentario:

Minae dijo...

ALLAN!!!!!!!!!!!!!!!!! ALLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN!!!!
Q-Q Allan TT-TT
Nuevo comienzo y nuevo problema D:
Lucía.. que misteriosa es, me trae muchas dudas..
ay no, pero, AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAALLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN!!!
Seguila rápido nee-chan, me mata la intriga!