domingo, 19 de junio de 2011

Capítulo Veinticuatro: Himitsu

Hay cosas, experiencia, conocimientos que mucho deciden guardar en su interior. Una forma de tratar de olvidarlos o protegerse de volver a evocar los sentimientos que sintieron al decidir no contar a nadie sobre ello...sin embargo, al ocultarlo, se convierte en un secreto (himitsu) y los secretos...los secreto deben ser muy bien guardados. Sino, dejará de serlo.


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Amuria, como era muy de costumbre, estaba intentado retomar las clases para permanecer en el instituto. Estaba fuera de estado y los temas ya los sabía de memoria, por la cantidad de veces en que había ido a la secundaria, entonces sin darse cuenta se quedó dormida encima de su banco, algo normal. Pero entonces, comienza a soñar, algo muy real...estaba en un lugar oscuro, con velas. Caminaba, las paredes eran rojas y tenía un fuerte olor a tierra. Entonces en las sombras, una sonrisa macabra...ella conocía esa sonrisa, comienza a huir pero de pronto esa persona la toma de los hombros y...


_ ¡Himemiya!


_ ¡¿Ah?! -reacciona por el grito y grita asustada. Los chicos a su alrededor la miraban extrañados-.


_¿Quiere ir al baño lavarse la cara y volver a la clase srta. Himemiya? -dice molesto el profesor mientras se tocaba el bigote-.


_ Emm si, si, claro. -se levanta y sale del salón, se queda contra la pared un momento mientras se toca la frente, sentía mucho calor, había sido tan real.-.


Siente una mano sobre su hombro y se exalta nuevamente, mira y era Mao. Esta lucía confundida.


_ ¿Estás bien Amu-chan?


_ Si, solo que me duele un poco la cabeza. ¿Qué haces fuera de clase?


_ Me mandaron por unos diccionarios a la biblioteca.


_ Ya veo, yo voy al baño. -comienza a caminar mientras intenta liberar su mente-.


_ Cuídate. -dice a menos y sigue su camino, entonces Ember la toma y sigue a su amiga con la vista, esta entró al baño de mujeres pero...una sombra ajena la seguía. Sin apuro pero decidido se aproximo, algo andaba mal.-


En el baño la diablesa se mojó el rostro, el agua fresca logró relajarla un poco. Siente alguien rozarle la espalda. -se voltea y entonces la empujan contra el lavado siente una mano tomarla firmemente del cuello y levantarla-.


_ Hola hermanita, ¿Has pensado en lo que te dije? -pone sus uñas sobre la espalda de ella-


Lo mira con odio, intenta soltarse pero al sentir las uñas de él tan cerca se paraliza y tan solo intenta recuperar el aire. De pronto la puerta del baño se abre y alguien empuja a Aiperus.


_ -reacciona y lo mira, no podía ser- Jajajja Ember, estás muerto, lo sabía. -dice a modo de burla por el cuerpo que llevaba.


_ Maldito, los demonios como tu están muertos. -dice mientras sostenía a Amuria para que recuperara el aire.- Ven y prueba lo que es luchar con un muerto.


_ No pienso gastar tiempo en algo inútil como eso, tu y yo sabemos que no arriesgaría la vida de una humana por luchar conmigo, no ganarías. -dice y se acerca-.


_ -Ember baja la mirada, era cierto, aún así no dejaría a Amuria-.


_ ¡Basta! Es conmigo que tienes problemas ¿no? -dice la diablesa y se pone frente a Ember- ¡No pienso convertirme en demonio! -le grita y entonces lo siente detrás de los dos, los tira al suelo y entonces la pisa en la espalda a ella, quien intenta no emitir queja alguna-


_ ¡Idiota déjala! -exclama Ember quien se va contra él pero entonces lo detiene y se teletransporta a la vista de su hermana- 


_Verás, ya no hay opción, pronto...quizás sea en parte súcubo pero veremos que trato resistes como humana. Tus sueños no son muy divertidos ultimamente ¿cierto?


_ -abre los ojos y entonces apenas levantándose dice- Sabía que eras tu, tan bajo debes caer para convencerme. Eres patético.


_ Jajajjaa deberos quien es el patético después de unas semanas, ya no me detendré en la mejor parte. -pone su mano encima de la cabeza de ella y se levanta- Veamos cuanto resistes.


Aiperus desaparece, entonces Ember ayuda a Amuria y la mira.


_ ¿De qué está hablando?


_ De nada, solo intenta asustarme. -dice y lo mira con seguridad pero su mueca la vence. Sale rápido del baño intentado que no la viera de esa forma-


_ ¡Espera yo...-entonces Mao regresa- qué hago aquí?


---------------------------Muchos días pasó la joven, acosada por su pasado.--------------------


El demonio la quería tomar, por la fuerza claro, siente como su kimono se desliza lentamente.Su cuerpo descubierto, el íncubo la mira sin compasión...


_ ¡Ahh! -despierta gritando y quedándose sin aire del miedo, siente mucho frío.- Basta..detente por favor... -susurraba mientras se tomaba del cabello con real cansancio en su voz, ya era la cuarta vez que intentaba dormir y volvía con esos recuerdos- por favor...detente...detente..


El dragón apenas despierto, se voltea en su cama, mira a Amuria levantada y diciendo cosas. Se veía algo rara, apenas le dice:


_ ¿Pasa algo? - dice y solo se destapa para levantarse-.


_ No, nada solo pensaba en vos alta, no te levantes.. -pide titubeando-


_ No parece que fuera nada. -se sienta a penas, se tira el pelo hacía atrás con una mano- Mira, si quieres puedes dormir conmigo, solo pídelo y ya.


_ No, no es necesario, ya me duermo es solo que este frío me incomoda un poco. Tú duerme, no te preocupes. -dice sonando más tranquila mientras se recuesta para que no la viera alterada-.


_ Bien, como quieras, pero me despiertas una vez más y te vienes conmigo. -dice sonriendo y se acuesta para quedar dormido apena sintió la almohada-.


_ Que envidia. -dice por lo bajo mientras suspira-


La noche parecía no tener fin, la diablesa no tenía el coraje para volver a ver esas imágenes, pese al sueño y la fatiga se mantuvo despierta, con los ojos bien abiertos, como esperando salvarse de la oscuridad si no se entraba a las sombras. Tenía miedo, después de mucho tenía esas sensaciones pasadas, ese impulso de salir corriendo y ocultarse en el primer templo que encontrase, con tal de que los demonios la dejaran en paz.
Esas horas, cabeceando, luchando contra la tentación de dormir, le eran agobiantes. No podría seguir así mucho más...finalmente vio el amanecer en su ventana, se sintió mejor al ver la luz. Se levantó y al sentir el piso, cerró los ojos un instante y al abrirlo. Todo había cambiado.
Ella, su cuerpo, el lugar, de pronto sintió alguien sostenerla de la espalda.


_ Llora y será más placer para mí, escoria.


Entonces ella del miedo se tira para atrás y lo ve, el rostro de Abalan, tan perfecto y temible. La sonrisa torcida, su cabello blanco y largo, sus profundo ojos carmesí. Él la domina, la lleva contra la cama, entonces Amuria siente dolor...


_ ¡¡¡Ahhh!!! -lanza un grito agudo, se siente entre las sábanas, lloraba con intensidad, se cubría son los brazos el cuerpo. Estaba confundida, era tan real, tanto. Sentía que su corazón iba muy rápido, sus piernas temblaban.-.


Allan la escucha y sin entender solo acude a ayudarla, la tomó de los brazos e intentó despertarla.


_ ¡Amuria! ¡Amuria! ¡Abre los ojos! -decía desesperado, la sacudía pero ella seguía descontrolada.-


_ -sentía como el pelo la rozaba, como era sostenida pero está vez en verdad-.  ¡Detente! ¡Suéltame! ..¡no me lastimes más!


_ -sin entender nada- ¡Amuria despierta! ¡Es solo una pesadilla! -le decía una y otra vez, tenía que callarla si la escuchaban llamaría mucho la atención-.


_ ¡Basta! ¡Por favor ya no me hagas daño! -repetía incesante, entonces apenas se levanta y al abrir los ojos no ve a Allan, sino a Abalan. Queda muda y luego- ¡¡Déjame sola!!


_ - la solto y entonces siente como lo mira como si no supiera quien era- Soy yo, Allan.


_ ¿Allan? -pregunta y entonces su mente regresa a la realidad, seguía llorando pero al verlo solo intentó ocultarse- No me mires.


_ ¿Qué pasa?¿Por qué estas asustada? -le dice e intenta tocarla pero la ve temblar al acercase y duda- ¿Que sucede?


_ Nada...no me toques por favor..-dice y se aleja de él, estaba pálida y no resistió.-


No entendía, parecía una niña, su vista no estaba centrada, Allan temió porque estuviera bajo algún hechizo o algo obra de su hermano. Solo le dio tiempo, la observó detenidamente. Se cubría con las sábanas, tenía las piernas cruzadas y estaba llorando pero como mirando, o recordando algo. Entonces no podía, se levantó.


_ Espera un poco, voy por Ember, quizás él sepa que hacer. - solo la deja sola mientras corre por ayuda-.


Amuria ve por la ventana, se levantó temblando y tuvo la necesidad de salir. Ir al río y refugiarse en él. Se destapó e hipnotizada por aquel deseo, se teletransportó hacía afuera y se internó en el bosque...


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Ember y Allan regresan a la habitación y la encuentras vacía. Ambos se ponen nerviosos, ¿Dónde se fue?


_ Ahora si estamos jodidos. -dice el rubio mientras comienza a correr- Ven, hay que encontrarla, lo que vio no es nada lindo y mucho menos creo que esté calmada. Si Aiperus la encuentra, dudo que se pueda defender.


_ -lo comienza a seguir- ¿Pero dónde la buscamos?


_ Es sencillo, buscará agua el veneno de los impuros, rebicemos las duchas, la piscina y también..


_ el río. -un presentimiento- Tenemos que ir al río, allí está.


_ Primero revisemos...


_ ¡No! ¡Ella está en el río lo sé! -se detuvo justo en la puerta al bosque-


_ -lo miró, esa pasión era tan similar a la que alguna vez creyó imposible- Bien, te sigo.


_ ¿Puedes convertirte en demonio? -pregunta mientras salen-


_ Claro, pero Mao perderá todo control en el cuerpo. -dice y le menciona- ¿Será más fácil si volamos verdad?


_ Si. -toma su forma de dragón y con una mirada le indica que lo siga-.


_ -lo mira y pidiendo perdón a su nipona se transforma en íncubo y toma vuelo-.


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Amuria estaba sumergida hasta el cuello, se sentía segura en el agua. Se sumergió por completo, abrió los ojos, no veía nada. Salió y sintió un par de voces a su espalda.


_ ¡Amuria!¡Amuria!


La diablesa solo los ignora, justo comenzaba a olvidar las cosas, tenían que sacarla de su paz. En fin, salió del río y se quedó al borde, sacó sus alas y se envolvió en ellas para no sentir frío. Ambos chicos llegaron a su lado, uno como humano otro como demonio. Le llamó la atención pero no hizo nada, solo se quedó así.


_ ¿¡Qué demonios estabas pensando!? -la regaña Allan y entonces ve sus ojos y queda pasmado, estaba como súcubo, no pensó que regresaría a esa forma tan rápido-.


_ Ya no es para tanto, ya pasó, solo necesitaba esto. -roza el agua con su mano-.


_ ¿Qué pasó Amu-chan? -dice Ember mientras lo zarandea a Allan con un brazo- ¿Por qué gritaste?


_ Por nada. -se levanta y se transforma por completo. Deja caer su camisón al piso y con escamas cubriéndola desaparece-.


_ ¿¡Y ahora dónde fue!? -grita exasperado el dragón al reaccionar-


_ Necesita estar sola un poco, creo que está alterada. -dice y va al río mirándolo con atención-.


_ -se calma mientras se sienta en el piso y se sostiene la cabeza- No puedo entenderla...y odio eso...


_ No eres el primero. -exclama el demonio- ¿Te puedo decir algo?


_ Claro, ya que, mantén tu distancia. -lo amenaza con el dedo.-


_ No, nada de eso. -suspira- Jamás pensé que Amuria quisiera a alguien, porque siempre se ha negado a hacerlo. Tu debes ser especial Allan. Ni Onix que estuvo años tras ella logró lo que tu en unos meses, es admirable pero raro.


_ ¿Onix? ¿Qué Onix? -Amuria había tenido algo antes que él-.


_ Era un compañero de nuestro grupo, él amaba a Amuria pero ella nunca le correspondió solo lo utilizó hasta que por fin, los dejó a él y a Nana, otra más que sentía algo por ella. Fue cruel y sin sentimientos, los ocultaba porque después de lo que pasó...no quizo sentir nunca más. -entonces se da cuenta, que habló de más y ...


_ ¿Qué le pasó? -sintió como el rubio se había tensado como si no quisiera decirle- Ember. ella me preocupa, al despertar, me miró como si fuera un extraño.


_ Yo no se si debería contarte algo así. -dice triste- Es que, me matará, si seguramente me matará de contártelo. Mejor le pides tu que te...-lo siente frente de él, no puede evitar sonrojarse, Allan le parecía lindo de verdad-.


_ Yo solo quiero saber, no te imaginas el miedo que me da verla así, llorando y gritando. Sin poder hacer nada.-lo toma del mentón a sabiendas que lo podía convencer- Dime Ember, ella nunca me contará algo así por su cuenta, teme que la vea débil y la comprendo, pero debo ayudarla.


_ Este...-tragó saliva y entonces susurró- no puedo. -lo besó rápido y desapareció-.


_¡Otra vez caí! -maldecía para si mientras se pasaba el brazo por la boca, miró el agua del río- Amuria...


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Dos días pasaron, hasta que regresó.
Entró al cuarto, guardó sus alas, le dolía el haberlas sacado por su herida pero no tuvo opción. Su parte humana volvió y solo se tendió bajo las sábanas desnuda como andaba e intentó no pensar en el cansancio, necesitaba dormir. No resistió más, al sentir el suave rose de la tela con su piel tan solo se quedó muerta sobre ella. Sin embargo el castigo continuaba y sus sueños no la dejaban en paz.


Ya era tarde, Allan regresó a su cuarto, al ver a Amuria se tranquilizó. Sonrió al ver que estaba bien. Se sentó a su lado y acarició su cabello. Se sentía fría, congelada. Buscó una frazada gruesa y se la colocó. Entonces la ve, su rostro no era relajado como siempre. Lucía tenso y entonces comenzó a decir cosas que...


_Anata wa watashi o shite kudasai kizutsukeru shinai... Sore wa itainode, hayaku idō shinai to, sore wa watashi o kizutsukeru... ... Shite kudasai.... Watashi wa anata ga watashi o kika se kou...


~No me lastimes por favor... no te muevas tan rápido, me duele, me duele mucho...por favor, te lo suplico....déjame ... ~


_ Amuria, no te entiendo. -dice y la sacude un poco- Vamos, mírame Amuria. 


_  Anata wa daredesu ka?


~¿Quien eres? ~


_ -Como si alguien se lo dijera respondió- Atashi wa Allan. -era lo poco que sabía en japonés-.


_ Allan...-despertó despacio y lo miró, ya no soportaba más necesitaba dormir.- Quiero dormir Allan. -dijo y sin más se levantó y lo abrazó-.


Fue entonces que notó que estaba desnuda, se sentía tan frío su pecho. La sostuvo y la miró, sus ojos seguían rojos, se ocultaba de él.


_ Odio el pelo largo en los hombres. -exclama al verlo, era cierto, jamás le dijo porque lo molestaba tanto con eso.-


_ Eso se puede arreglar. -dice y entonces le sonríe y la abraza. Con tal de verla sonreír, haría cualquier cosa.- Eso se puede arreglar.




Se levanta y entonces saca una de las tijeras que usaba para cortar papeles y se acerca Amuria, le da tijera y le dice.


_ Córtalo. -le da un mechón y toma la mano de ella- Córtalo Amuria.


La joven un tanto dudosa toma la tijera y le corta el mechón, luego continúa con lo demás, costándolo bastante, él la deja hacer cuanto quiera. Al terminar, vio todo el pelo en la cama y le preguntó:


_ ¿Mejor?


_ Bastante.-deja la tijera a un lado y mira a sus ojos celestes.- Ahora si, bésame Allan.


La besa despacio, saboreando sus labios, tan frágil le parecía a veces. Le acarició la mejilla mientras la miraba fijo por lo bajo, ella hacía lo mismo, con sus ojos marrones. Sintió como la punta de sus lenguas se rozaban tímidamente hasta que se encontraron en un beso apasionado, donde parecían querer devorar al otro, como se acariciaban sus bocas. Ambos buscaban al otro, se sintieron, se anhelaban, se miraban intenso mientras en un momento. El dragón siente cierta presión en su cintura, una puntada. La diablesa se siente relajada y con calor. Él se atreve a abrazarla y tumbarla, pero ella se asusta y rompe el beso, aquel momento tan costoso se destruyó en un segundo. Allan volvió a posar sus labios sobre ella pero no le correspondía como antes.


_ ¿Tan fácil parezco? -preguntó de la nada mientras apoyaba sus manos sobre el pecho de él y se lo sacaba de encima- ¿Tan fácil Allan? -lo mira, con tristeza.-


_ -se siente un tonto por acosarla de esa forma, no había pensado- Lo siento, yo no quise hacerte sentir así.


_ No lo entiendes. -se voltea y le da la espalda-


_ Quiero entenderlo. -se pone a su lado y solo la abraza- Enséñame Amuria, ¿Qué te causa tanto dolor?


_ Las mujeres, las súcubos, todas al entregar nuestro cuerpo nos entregamos en alma también. Es por necesidad en mi caso, pero no sabes lo humillante que es, tener que dejar que un extraño haga contigo lo que quiera solo porque lo necesitas...sentir lo mal que te pueden hacer y que no les importe porque como dicen...eres una puta y debes soportarlo. -toma la mano de él- Yo tardé muchos años en hacerlo de esa forma para vivir, pero no quiero ser así, no contigo. Ahora, deseo que me esperes, hasta poder aceptar esto. No es placentero Allan, nunca lo fue para mí.


_-se sintió miserable y luego solo le dijo- Lo lamento, yo no, no sabía que te sentías así ya que antes..


_ Antes no sentía nada por ti, nada. En este momento solo quiero que me abraces y me beses pero, nada más, al menos por ahora. -se voltea y lo mira fijamente para darle un suave beso en la mejilla- Yo no sé amar o confiar, y esas son cosas, que el tiempo las da.


_ Entiendo. -la besa despacio en los labios y la trae contra su pecho- Yo te enseñaré Amuria, pero debes confiar un poco más, odio verte mal y que no me cuentes porqué. Esta noche al menos, estoy feliz que me digas eso, estoy feliz de que me aceptes aún con lo tonto que soy.


_ -ella se acurruca a su lado- ¿Quieres que confíe en ti verdad?


_ Quiero ayudarte, no me molestaré que me ocultes algunas cosas, pero si mientes si. -le sonríe- Igual, no tiene porque ser ahora, cuando te sientes cómoda.


_ Si te muestro, no quiero que me trates diferente. -dice mientras cierra los ojos, estaba dispuesta a hacerlo si él le prometía eso-.


_ No, no lo haría, pero a que te refieres con..-siente que lo besa pero esta vez, era como súcubo, mostrándole sus recuerdos, su secreto, su dolor-.


Al separarse de ella, Allan no pudo modular palabra alguna, tan solo la abrazó e intentó por un momento pensar, en lo fuerte que era a pesar que en parte, solo era una chica como él. Amuria le desvolvió el gesto y entre sus brazos se refugió. A penas sobre besó el cuello de él, le susurró al oído.


_ ¿Entiendes?


_ Si.-responde serio y se apoya en la cabellera de ella- duerme conmigo, yo te cuidaré.


_ Bien. -dice y entonces la siente suspirar para cerrar los ojos- Te quiero mucho.


_ Y yo a ti Amuria. -se duerme con ella-.


Entonces esa noche, Aiperus no pudo hacer de las suyas, algo estaba protegiendo a Amuria. 
Las cosas se salían de su control, ya no podía esperar más, convencería a su hermana, cueste lo que cueste. Y empezaría por atacar lo que la mantenía como humana, aquel han'gô que tanto cariño le tenía, él sería su objetivo.


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Y ese "algo" era amor, desde esa noche supe que no me quería separar de Allan. Con él compartí peleas y amarguras, pero también, fue quien me enseñó el cariño y confianza que nunca nadie pudo darme. Temía lastimarlo, pero aún más perderlo, tuve celos y miedos por él. 
Allan se convirtió en parte de mi y así...así aprendí que era el amor, ese sentimiento que resguarda el corazón, aquello por lo cual haces cualquier cosa e incluso llegas a herirte a ti mismo con tal de cuidar del otro. Y por mi vida, si yo conoceré eso...
Por algo tuve que amarlo, para aprender a dejarlo ir...Allan...te extraño tanto.











1 comentario:

Minae dijo...

Que bello capítulo, eso es lo que me mata de estas historias, tiene mucha reflexión, tiene mucho sentimiento
Es muy interesante, Aiperus tiene una extraña forma de torturar a Amuria, pero en fin, veremos que sucede
Muy buen capítulo nee-chan, me gusto mucho
PD: Inquietante final D: