sábado, 8 de enero de 2011

Capítulo cinco: Lecciones y envidia

Todos trabajamos duro para lograr alcanzar el nivel necesario pero lo de ahora era totalmente diferente. En lugar se usar nuestro cuerpo debíamos valernos de nuestra mente e instinto. Inclusive Utena-sama notó que si nos fue difícil antes, esta vez los menos diestros teníamos la oportunidad de sobresalir.
Y así fue, mi hermano y yo avanzamos mucho, incluso Onix estaba bastante parejo con nosotros y eso que era el más hábil hasta ahora. Aiperus era muy bueno con las transformaciones, en una semana ya dominaba la forma demoníaca y la humana. Yo en cambio fui buena con la manipulación de mentes, sueños y control sobre el fuego, aunque tarde mucho en perfeccionarlo.
Por fin nos sentíamos a la altura de lo que esperaban de nosotros, Nana me pedía consejos, cosa que nunca nadie me había pedido. Me sentí halagada y mi confianza aumentaba.
Mi hermano y Onix hacían competencias, mientras Ember era más ameno a las habilidades psíquicas. Incluso Utena-sensei estaba de mejor humor, claro, en esa instancia no era necesaria su guía, Aiperus mostraba la transformación y yo el dominio, como que le sacamos trabajo de encima.
Estábamos todos más unidos como equipo, eso era en parte bueno pero como siempre nuestra sensei nos recordó que no debíamos formas lazos. Debí hacerle caso.
A pesar del buen humor de todos, había una persona que estaba inconforme y a la vez tenía una mirada distinta. Amon, la más parecida a los vampiros, tenía algunos problemas....y se negaba a que la ayudasen, varias veces tuvimos que obligarla a dejar por temor a que se hiciera daño. Fue ella la que menos convivía con el resto, claro, con una vanidad como la suya es difícil tratar de acercarse.

Un día estábamos con las transformaciones a demonios, ya casi no faltaba nada para lograr mantener y controlar esa forma. Hay denominaciones o nombre para cierto tipo de alas o cuernos, porque no todo tienen las mismas características.
Aiperus y Ember eran el clásico, los cuernos de cabra y alas de murciélago, Nana y Onix eran los "caídos" Sus alas eran como se águila, ella de color verde y él grises. Sus cuernos en cambio eran curvos y delicados, como de un antílope. Amon aún tenía varios inconvenientes, tenía una forma complicada, a veces lograba sacar las alas pero casi nunca podía conservar la forma. Parecían las alas como de un ave huesuda, eran particulares...en cuanto a la otra parte aún no lograba mostrarla.
Bueno, ese día, todos estábamos practicando. Era mi primera vez entonces no creí que me saliera a la primera. Tan solo hice como mi hermano me indicaba, me concentré imaginándome como mi energía externa se manifiesta para forma la apariencia de súcubo. Amon me observaba con atención, ella solo esperaba a que me equivocara.
Yo juro no haberlo hecho a propósito, como la mayoría pensó, fu en serio un accidente por así decirlo. Pero en cuanto mi hermano me dejo para seguir con Nana, abrí los ojos y al ver la expresión de Onix me asusté.-

_ Lo logró...- dijo con un tic en el ojo- Aiperus mira..

_-él volteó pensando que era una broma, pero al verme quedó sorprendido- Pero ¿Cómo? Es la primera vez que lo intenta.

Amon se levantó fúrica de donde estaba sentada y atentó contra mí, al principio intenté quitármela por las buenas pero la pelea se ponía cada vez más seria. Nos golpeábamos, estábamos en llamas literalmente y no dejábamos de insultarnos. Ember y Nana se miraban entre sí, ninguno de los dos tenía mucho tacto con esas situaciones.
Aiperus me tomó por los brazos, Onix hizo lo misma con Amon y nos separaron finalmente.

_ ¡Es imposible que lo haya logrado tan fácilmente!¡Algo hizo! -me acusaba con su voz de funeral y los ojos llenos de ira.-

_ ¡No es cierto y lo sabes! Solo te molestas porque soy mejor que tú. -le gritaba aún más fuerte.-

Y continuamos hasta casi quedarnos afónicas, entonces fue cuando de una árbol salió la sombra de Utena-sama. Hizo una seña con la mano y los chicos los soltaron, pero entonces sentimos el poder de Utena sobre nosotras y solo pudimos quedarnos quietas y con la cabeza gacha frente a ella. Nos tomó por el pelo y entonces tirando un poco nos dijo:

_ A menos que tengan una buena razón, no quiero volver a ver que se ataquen de esa forma o serán castigadas....y ambas saben a que me refiero. -nos miró a penas y nos tiró contra el suelo- Aún así es impresionante que hayas mejorado tanto, tu Amon deberías aprender de ella.

Una vez que se retiró, nos levantamos con dolor en la cabeza. Yo me calmé y le ofrecí la mano en son de paz pero ...

_ Me las pagarás Amuria. -dijo y entonces caminó hacia el bosque donde se internó el resto del día-.

Ninguna de las dos violaría la orden de Utena-sama, sus castigos eran los peores, restricción de comida, pasar días afuera, tener que permanecer la noche en el río mientras te congelas, sufrir quemaduras de tercer grado en la espalda...nada grato. Al ser mitad demonios, sanábamos más rápido pero el dolor se sentía igual, y nadie quería caer en manos de la sádica sensei.
Al ver mi forma de demonio, no era parecida ni a Aiperus ni a Nana. Mis alas eran más amplias que las de una murciélago, además de tener como escamas, y mis cuernos tenían la punta doblada hacia atrás. Nana me miró con determinación y declaró:

_ Es como...un dragón. -dijo con certeza- Pensé que no existían..

_ Si existen, y ya que lo dices tienes razón, Amuria-san es muy similar a un dragón. -acotó Onix, él siempre andaba estudiando, era un poco mayor que la mayoría y por lo tanto le creímos- Es un poco inusual que una súcubo tenga esa forma, pero quizás es por eso que te salió tan rápido la transformación, es diferente...no me malentiendas... -aclaró con seriedad-

Así quedamos, seguimos con todo y al caer la noche nos fuimos a descansar. Esa noche tuve un sueño extraño, era uno de esos en los que sabes que están en una pesadilla pero no logras despertar. Tenía la sensación de que algo malo pasaba pero no podía despertarme...

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A la mañana siguiente sentí como mi hermano me zarandeaba para levantarme. Abrí los ojos con pereza y noté que estaba algo nublada mi vista, no le di importancia.

_ Vamos, Amuria-chan, tenemos tiempo de bañarnos antes de desayunar. -me miró casi molesto- No te hagas la vaga y acompáñame.

_ Esta bien, agárrame. -le dije tendiéndole la mano y me levanté..el mundo se movió en mis pies. No debía ser nada, me dije, caminé detrás de él-

Llegamos al río y nos desvestimos, si aún nos bañábamos juntos, costumbres. El agua en mi cuerpo, algo estaba distinto, me sentía floja, desequilibrada, y ni siquiera estaba segura de qué me pasaba. Una vez que terminamos, salí del río y al vestirme me sentía cada vez peor. Como si las fuerzas se desvanecieran y me costara moverme.
Me costaba vestirme y lo hacía con lentitud, ya me había puesto el Nagajuban, pero al intentar atarme el kimono sentía que las pierna me fallaban, mi vista se nublaba de nuevo. Estuve a punto de caerme cuando Aiperus me tomó por la cintura.

_ Deja de jugar Amuria. -sonaba molesto, varias veces me hacía la enferma para safar de las prácticas pero nunca lograba engañar a Utena-sama-

_-tomé aire y me aferré a sus brazos- Me siento mal onii-san.. -cerré los ojos y me desvanecí por completo-.

El íncubo al escuchar la voz de su hermana abrió los ojos con sorpresa, no estaba mintiendo. La sostuvo y comenzó a llamar a los demás. La apoyó en el suelo y miró su rostro, estaba pálida, nunca la había visto así.
Ember llegó primero y la tomó de la mano, entonces su monótona voz se hizo oír como pocas veces.

_ Está muy débil, ¿Qué le hiciste? -preguntó con duda en su rostro-

Antes de que Aiperus pudiera responder, de las sombras apareció Utena, con solo verla quedó callada y se acercó. Conocía ese olor...

_ Onix llévala adentro, será mejor que descanse. -le ordena y entonces vuelve a desaparecer.-

Todos quedaron confundidos, nadie tenía idea de lo que había pasado, pero que de un día a otro una han'gô fuerte como lo era Amuria se hubiera debilitado tanto era para sospechar lo peor. Mientras los chicos pensaban en mil y un posibilidades, la joven de mala suerte y cabello claro tenía sus propias teorías.

Varios días pasaban y Amuria seguía recostada sin poder moverse. En su interior tenía una gran rabia, por fin las cosas le salían bien y ahora estaba postrada sin poder hacer nada.
Su cuerpo estaba débil y no lograba levantarse sin ayuda, se sentía una inútil, algo que siempre la enfermaba.
Aiperus intentaba animarla, cada dos horas la iba a ver, la cuidaba como todo un hermano, pero a pesar de todo el tiempo que estaba a su lado no lograba saber que le ocurría. A pesar de que comía y no hacía esfuerzo alguno no conseguía cambiar su estado. Utena-sama dijo que podía ser por haberse sobrestimado y quizás el cansancio se le había acumulado, aunque al verla su mirada decía otra cosa.

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En medio de la noche, una sombra aparece sobre el pecho de la súcubo, esta se posa sobre su rostro y se queda unos instantes. Al separarse de ella se asoma a su oido y musita:

_ ¿Aún te crees tan fuerte? -el susurro sonaba como el veneno de una serpiente-

Se retira en silencio y desaparece.

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El íncubo siente algo en el pecho, se despierta a menos y ve a su hermana a su lado completamente pálida y fría. Él se dio cuenta, ella había ido hasta su cama y lo estaba abrasando, tenía el sueño muy profundo seguramente no la había escuchado llamarlo.
Aiperus la sostuvo en sus brazos y la calentó con su propio calor, entonces la joven se tomó de su cuello y plasmó un dulce beso en sus labios. Estaba sonrojada y de sentía el impulso por hacerlo...sin saber la verdadera razón.
Él solo la aceptó, pensando que solo fue un error, porque aún se sentía como su hermano pese a los comentarios de Utena-sama. Pero al separarse de ella..

_ Déjame probar un poco más.. -tomó el rostro de él, su apariencia había mejorado-

_ Pero como..-entonces al tenerla tan cerca no resistió y terminó por darle aquello que le pedía. Podía sentir un leve cosquilleo en los labios, como si le sacara algo de su interior. Después de un tiempo se la quitó de encima y al verla estaba mucho mejor...- Amuria-chan, te ves bien.

_ Me siento bien. -le dice algo soñolienta aún- yo...-se da cuenta de lo que había hecho- ..lo siento, no quise, yo no se que me pasó. -bajó la cabeza-

_-la levanta la mirada y le dice- Somos hermanos, está bien Nee-chan. -le sonríe y entonces sintió algo raro dentro de él.-

Onix entra sin tocar en la habitación, y encuentra la escena algo rara.

_ ¿Todo está bien? -les pregunta con una expresión de confusión-

_ Si. -se apresura a decir Aiperus y entonces se levanta- Amuria-chan está mejor, es más la vez está despierta, incluso ya me estaba molestando como siempre. -miente y entonces le tiende la mano-

_ Si tiene razón. -toma la mano de su hermano y se levanta con cuidado, se sentía ella misma de nuevo.- Será mejor que me vista, he perdido mucho tiempo.

_ ¿Estás segura? ¿Y si te vuelves a desmayar? -le dice el ojiverde mientras la mira algo preocupado- Hasta ayer no podías ni levantarte.

_ Estoy bien, y eso no pasará de nuevo, ahora si me disculpan. -los tira afuera del cuarto-

_ Tengo un hambre. -exclamó el íncubo, sentía un pequeño vacío, quizás había sido el beso pero...no, sería una locura. - Vamos Onix-san.

_ Como quieras. -le responde y lo sigue-

Mientras en el cuarto, la joven intenta recordar lo ocurrido la noche anterior, hubiera jurado que había alguien en la habitación aparte de su hermano y ella. Tenía dudas, incluso ese impulso por besar al primero que tenía en frente que la atacó al despertar era extraño. ¿Qué demonios había hecho? Se vistió con rapidez y se prometió no volver a hacerlo, Aiperus era su hermano.

Al entrar en la cocina todos quedaron sorprendidos, Nana fue y la abrazo con una sonrisa.

_ ¡Al fin te levantaste! -le dijo emocionada-

_ Si, ya estoy mejor. -se la quita de encima con una sonrisa torcida, odiaba que la abrazara de esa forma.-

_ Que bien. -dijo sarcásticamente Amon mientras terminaba su comida- yo me voy al río un rato, cuando empiecen llámenme.

Salió de la cocina, todos la ignoraron, el carácter de ella era difícil de doblegar. Amuria apenas vio la comida en la mesa, no pudo evitar escuchar el sonido de su estómago, cansado de sopas. Pero a la par de ella también Aiperus parecía hambriento ese día en particular. Los dos comieron todo lo que tuvieron al alcance y a pesar de ello, seguían insatisfechos. El resto del grupo solo pensó que era una de esas coincidencia de los mellizos.
Ember tenía una mirada perdida, pero más que de costumbre, en la práctica tuvo que repetir todo como cinco veces hasta que logró concentrarse para hacerlo.
Los mellizos en cambio estaban sintonizados, haciendo lo mismo y con el mismo resultado. Inclusive tenían eso que ponía incómodo a cualquiera hablan a la par.

_ ¡Nana-chan ten cuidado! -gritaron y se tiraron hacía la joven de cabello claro quien al intentan un ataque de fuego había incendiado su mismo kimono-

_ Arigato, no me había dado cuenta. -les dijo a ambos sintiéndose algo tonta-

_ De nada. -al unísono- Solo ten más cuidado.

_ ¡Me tienen harta! -gritó en un momento la Amon con sus ojos negros al borde del colapso- ¿¡Les parece gracioso!? -nuevamente se alejó, estaba sensible ese día, Nana pensó que sería porque Amuria se había mejorado..y bueno...los días anteriores había tenido mejor humor debido a su ausencia.-

Al caer la tarde, los dos hermanos, ya se habían cansado. Amuria se rindió primero, pero en vez de irse sola le pidio a Nana que la acompañara. Tenía algo que decirle..

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La luna iluminaba la habitación de Amuria, ella dormía con cansancio, aún no estaba en óptimas condiciones. La misma hora, la misma sombra pero algo pasó...alguien atrapó a la sombra.

_ Ya verás. ¡Amuria Aiperus despierten! -dijo una voz chillona-

_ Ehh ¿Qué pasa? -dijo la súcubo y al ver la escena, Nana con una bolsa intentando atrapar a alguien que era dos veces más grande que su arma- ¡Nana! ¡Te dije qeu buscaras algo más grande! -la regaña pero aún así va y la ayuda a retener al extraño-

Lo tiran contra la pared y le atan las manos y los pies. Aiperus se levanta y al ver el cuerpo en el suelo queda sorprendido.

_ Llama a Utena-sama. -le pide Amuria mientras sostenía a la persona-

_ Sii.. -llega a responder y entonces se teletransporta hacía la habitación de su maestra-

_ ¿Desde cuándo sabe hacer eso? -dijo sorprendida-

_ Ayer Utena-sensei nos lo enseñó. -le responde Nana-

_ ¡Demonios! Me las pagas.-le dice al bulto frente a ella-

En unos pocos minutos Utena había entrado, seguida por los otros tres...faltaba alguien.
Toma a la persona en sus manos y le quita la bolsa, era Amon, está mira con desprecio a la demonio más pequeña.

_ Mmm, al final tenía razón. -dijo la mujer mientras la soltaba para que callera al suelo- ¿Desde cuando? -pregunta apuntándola con la uña de su dedo índice-

_ Desde que se desmayó en el río. -le responde por lo bajo, entonces siente cómo la levanta del cuello y la golpea contra la pared- Eres una insensata, ¿Tienes idea de lo que podrías haber ocasionado? Amuria no me pertenece sin embargo debo entregarla como la recibí. Vuelve a hacerlo y te arrepentirás de por vida. -la amenaza y la toma del brazo mientras la arrastra hasta encerrarse con ella en su habitación-

Se escucharon unos gritos después de eso, nadie se atrevía a mencionar palabra alguna. Fue Onix quien rompió el silencio.

_ Ya veo, tiene sentido. -dice como para sí mismo-

_ Tu entiendes lo que pasó, porque yo no. -dice Aiperus desorientado-

_ Amon estaba alimentándose de la energía de Amuria. -le dice con naturalidad pero al ver la cara de wtf de todos se golpea la frente y exclama- ¡Es que ninguno lee! ¡Quieren ser íncubos y no saben ni siquiera que es lo que hacen para alimentarse!

_ Yo si se, pero explícalo tú. -dijo la voz de tumba de Ember-

_ Bien... -suspiró resignado- Los demonios de nuestra especie se alimentan y hacen más fuertes con la energía vital de las personas, la energía sexual más que todo. Si para vivir tiene que cojer...-dijo en forma vulgar para que lo entendieran- Amon lo debió haber descubierto antes pero no dijo nada para poder aprobecharse de Amuria sin qeu sospechermos.

_ Espera...¿Amon cómo hizo para... -Nana estaba colorada al escuchar eso, y por primera vez tuvo un pensamiento algo pervertido-.

_ No no no -contestó rápido- Debió haberla besado mientras dormía y así le quitaba energía sin que se diera cuenta, lo que explica el estado de Amuria. -la mira de reojo-

Nadie dice nada por unos segundos, solo la miraban a ella como si fuera un bicho raro, ella se sonroja y al ver sus miradas acosantes le grita:

_ ¡Dejen de mirarme demonios! -los aleja y saca de su cuarto-

Se recuesta un momento, necesitaba tranquilizarse, era demasiado. Quitar energía con un beso, sonaba extraño...beso...beso...
Se volteó, su hermano la miraba con tristeza, le había hecho lo mismo a él. Ella se levantó y se le tiró encima, no quería que pensara eso. Entonces lo abraza fuerte y con la voz más sincera que tuvo le dijo:

_ Yo no sabía lo que hacía, perdóname, ven si quieres hazme lo mismo. -levanta el rostro y lo mira avergonzada-. Jamás te haría daño Aiperus-chan.

_ No creo eso, tan solo me siento un tonto por permitir que eso te pasara, yo estuve aquí todo el tiempo y no.. .-calló, él debía haberlo notado primero. Era japones, para él las palabras valían mucho.- Yo debo pedirte disculpas, prometí protegerte.

_-Amuria sintió una punzada en el alma, ¿Cómo podía recordarlo? o peor aún ¿Por qué ella también lo recordaba?- Está bien, onii-san, no es tu culpa. -hunde su pecho en él- De no ser por tí, no hubiera tenido la fuerza para levantarme.

Aiperus la contiene y entonces apoya su cabeza sobre el cabello de ella.


Ese día nació algo entre nosotros, pero lamentablemente solo Aiperus no pudo ver hasta dónde lo llevaría y yo era muy débil para enfrentarlo, para destruir sus ilusiones....vaya hermana que resulté ser...
Aún así, no me avergüenza el haberlo besado, él en esos días, era lo único que tenía para seguir viviendo...


1 comentario:

Minae dijo...

Yo sabía!!.. Ah, no era Nana al final ^-^'', nah jaja si no era ni Nana ni Utena estaba segura de que era Amon.. Que buen capitulo, me gustó muchisimo..
Amuria se transforma como un dragón ^-^, que copado! :D Muy bueno, seguí así Sa-chan ;)