miércoles, 20 de abril de 2011

Capítulo Dieciséis: Es Mi Turno

Semanas después de aquel encuentro tan extraño entre Amuria y Allan, ocurrió un suceso que más que mejorar las cosas terminó obligando a ambos a exponerse un poco más.

"Día de Padres y Maestros"

El colegio se llenó de hombres y mujeres todos con sus respectivos hijos, algunos se quejan de vergüenza otros no alcanzaban a contar todo lo que había hecho desde la última vez que se vieron. El dragón estaba hablando con Mao mientras Amuria a un costado miraba hacia afuera ignorando todo a su alrededor. Entonces la lolita sonríe al escuchar las voces más familiares del mundo, se voltea y ve a sus padres, corre hacía ellos y los abraza con fuerza. Saluda a sus amigos con las manos y los presenta, luego se va con ellos mientras emocionada les habla sin parar como era su costumbre.
La diablesa mira al joven a su lado, lucía un tanto sombrío, pero como ella no tenía discreción -al igual que él- le pregunta sin más.

_ ¿No esperas a nadie hoy? -lo mira de reojo-

_ No. -responde serio y le da la espalda- Sabes, yo a caminar un rato, hay mucha gente para mi gusto.

_ Claro.-le responde pero entonces una ansiedad nace en ella, se preocupaba? Con algo de duda llega a decir- ¿Estás bien?

_ Si, no es nada. -le dedica una corta sonrisa y continúa cabizbajo en su caminar-.

Ella mira a todos los chicos a su alrededor, era un tanto deprimente, era como si entre tantos...quedara sola. Una voz burlona se escucha a su espalda.

_ Supongo que ahora no eres tan altiva, ¿Se siente mal no tener a nadie? -la joven se voltea y se encuentra a Dante-.

_ Tu lo debes saber ¿No? -sonríe con ironía- Di lo que quieras, he estado sola por tanto tiempo que ya no me interesa nada sobre estas cursilerías.

_ Mmm ya veo. -se hace el desinteresado y parece que se fuera pero entonces murmura- Veo que ya ni siquiera quieres a tu hermano, quedarás sola.

_ -se voltea y se queda frente de él mirándolo con furia- Vuelve a mencionarlo y juro que te rompo los huesos uno por uno. -lo toma de la remera con fuerza- No es mi culpa, te diré, que yo sea puta es una cosa, pero que ella lo era también jamás lo veras ¿Cierto? Este juego se puede jugar de a dos. -sonríe y saca su lengua de forma perturbadora-.

_ -el la mira horrorizado por aquellas palabras y la empuja contra la pared- ¡Deja de mentir!

_ Es realmente desagradable la verdad, aún para mí. -le empuja de vuelta y comienzan a pelearse-.

La pelea se ponía cada vez más seria, en un momento tuvieron que interferir y entonces ambos castigados fueron encerrados en sus cuartos.

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Allan estaba hablando por teléfono desde la oficina del director. Su voz era seria.

_ ¿No me va a saludar?...no, no, está bien..... cuídense..saludos. -corta y se queda un segundo estático- --los extraño...

El director llega con un moretón en la cara, el dragón lo mira escéptico y antes de preguntar nada este le dice:

_ Será mejor que le digas a tu compañera que se controle, no fue fácil contenerla de la pelea.

_ ¿Amuria? -dice con real asombro- ¿Con quién?

_ Con Dante, es algo complicado pero siempre pasa...-al ver que no reacciona nota que no sabía- Digamos que él le tiene cierto rencor por algo que le hizo, no diré más porque nunca se sabe. ¿Terminaste tu llamada?

_ -algo extrañado al oir eso- Si, gracias, será mejor que vaya a ver como está Amuria. -se va rápido-

Que bueno que al fin le encontré un compañera a esa niña, ya me parecía imposible, pensó sonriendo cuando un dolor agudo lo hace regresar al golpe.

_ Silva, ¿Me podría traer un hielo para esto?

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Entra la cuarto y ve a Amuria mirando hacia la ventana, ya estaba comenzando a dudar que fuera abstraída de más, había hecho eso todo el día desde que se levantó.

_ -ella voltea al escuchar la puerta y pese a que tenía una mueca de enojo, al verlo solo pudo hacer eso...verlo.-

_ ¿Qué pasa?¿Tengo algo? -dijo y entonces notó algo sobre su mejilla- oh...yo...

_ Allan. -se le acerca y le limpia la lágrima con su dedo pulga acariciando su mejilla- ¿Qué pasa? -sus ojos reflejaban preocupación-.

_-había llorado sin darse cuenta, sintió cierta presión en el pecho y un tanto aturdido se sentó en una de la camas mirando el suelo-

_ -se puso enfrente de él y lo miró con determinación, ¿Por qué se sentía tan mal al verlo así?- ¿Estas enojado porque peleé con tu amigo?¿Qué pasa? Háblame.

_ Yo solo...no se porque...¿Por qué llor....-más lágrimas comenzaron a fluir de sus ojos e intentó ocultarlo-.

_ Oh... -se asusta un poco, no creía lo que veía, jamás había visto a un chico llorar.- Cálmate, yo no se que...-"hacer" pensó un momento pero no soportaba verlo así, le levantó la vista con sus manos en sus mejillas y lo abrazó contra su pecho- Ya, no llores.

El dragón no creía lo que acababa de hacer, Amuria era amable y consoladora con él, apenas se sostuvo de ella y siguió llorando unos minutos más. La diablesa no quería verlo así, y como otras veces él la contenía ahora le tocaba a ella. No sabía porque, pero presentía que era por ese día tan particular que estaba así.

_ -se separa un poco y le besa la frente- No llores más.

_ -él la mira y la abraza acostándose sobre ella, dio unos últimos sollozos-

_ ¿Mejor? -sonrió levemente y acarició sus brazos con sus manos-

_ Gracias Amuria. -se limpia el rostro con su propia mano y un tanto burlón a él mismo exclama- Debes creer que soy un tonto.

_ Eso siempre lo pienso, dime ahora el porqué. -se deja descansar a un lado de la almohada, se sentía bien tenerlo encima, era tan cálido en su comparación-.

_ Hoy, si esperaba a alguien, pero estamos peleados y eso me puso mal. La verdad soy un tonto. -mira hacía ella- Lamento haberte preocupado.

_ Esta bien, solo te pediré una cosa. -recuerda un perdón nunca dado- Si tu quieres a esa persona, díselo y no estés peleado si te hace mal. A veces el tiempo para arreglar las cosas es menos del que pensamos.

_ Es mi mamá. -le dice con un tono un tanto infantil- Yo, al principio me negué a venir a este lugar y le grité. Hoy la llamé pero no me quiso hablar, y no me gusta estar así con ella.

_ Con más razón, ella te perdonará, estoy segura. -cierra los ojos y suspira- Ella te perdonará.

_ -la mira intrigado- Lamento esto, no quise decirte porque como estás con tu hermano no quise darte problemas, más este día pero no soy bueno ocultando cosas.

_ Me di cuenta. -dice normal- Allan...

_ ¿Si Amuria? -le pregunta sorprendido ante su tranquilidad-

_ Abrázame, tengo frío. -le pidió, por primera vez-.

El dragón sonrió y la rodeó con sus brazos. Ambos se dejaron llevar por la paz de esos momentos que solo se deban cuando estaban de esa forma. Allan se levantó apenas y le besó el pecho, mientras subía lentamente hacía arriba cuando se encontró con los labios de ella, los besó con dulzura y sonriendo se dio cuenta que la diablesa no respondía. Tenía los ojos aún cerrados, entonces se acercó un poco más para ver si se había dormido y ella lo toma por sorpresa besándolo con intensidad. Estuvieron un tiempo prolongando aquel beso de companía y solo por la falta de aire se detuvieron y contemplaron sus ojos sin vergüenza.

_ Me gustan tus ojos. -dijo él finalmente-

_ No son la gran cosa, aunque el color de los tuyos tampoco está mal.-su voz era suave-

_ Tu piel es tan suave. -desliza su manos por la pierna de ella-.

_ Espera, no me gusta estar así.-no le permite seguir con sus caricias y lo levanta junto con ella para recostarlo en el colchón a él- Ahora me toca a mi, no eres tan liviano como crees.

_-la contuvo sobre él y sonrió- Tienes razón.

Se quedaron así un rato, entonces como ninguno se dormía Allan se atrevió a preguntar.

_ Amuria ¿Tu tienes familia aparte de tu hermano? -siente como agarraba su remera con fuerza- ¿Fue mala idea preguntar eso cierto?

_ No...solo que..-hunde su rostro en el pecho de él- Es algo que me causa mucho dolor el recordar. -ya estaba transparente, no quería fingir más- Hace mucho tiempo, se podría decir, tenía una familiar...pero todo se ha ido ahora.

_ Entonces, si te causa dolor, sería mejor que te desahogues. -piensa un momento- Quizás si hablas sobre ello, se te haga más ligero.

_ ¿Por qué quieres saber? -pregunta sin más-

_ -el sonríe y entonces dice- Sabes algo, a pesar de tener cinco hermanos más, soy el único que salió híbrido.  Eso siempre me ponía mal, porque pensaba que había algo malo en mí y por eso me peleaba tanto con mi mamá, ella era humana, como yo en parte lo era. Aunque un día lo hablé con la que fue antes mi ex novia, y me hizo mucho bien, porque....ahora que lo pienso eso me hace único y no debería avergonzarme. En mi familia siempre hubo muchas peleas, al final siempre nos arreglamos, no somos perfectos y lo sabemos.

_ -ella lo había escuchado con atención, al mencionar a otra chica se sorprendió y dijo- ¿Cómo era tu ex novia?

_ Ella era muy parecida a mi, tranquila y un tanto simpática todo el tiempo. -su vista se perdió- Su nombre era Johana, y yo la amé mucho.

_ -Amuria reconoce un brillo particular en sus ojos, esa chica había sido única en la vida de Allan- ¿Y qué pasó?

_ -suspiró- Nada, somos amigos. Creo que en parte fue mi culpa por no saber como demostrarle lo que sentía, pero al final, ambos supimos que esa magia del enamoramiento es temporal y no quisimos forzar las cosas.

_-sus ojos se templaron tristes- ¿Aún la amas?

_ No, de eso estoy seguro. -dice confiado y le clava la mirada- ¿Quieres saber por qué?

_ -duda un poco al respecto, no entendía porqué hablaban de esas cosas- Si, dime.

_ Porque si aún la amara, no hubiera podido fijarme en otra persona. -sonríe y la abraza- En ti Amuria.

_ -por primera vez se sonroja con intensidad- No juegues, Allan, no digas tonterías. -se permite por un momento dejar de ser fría y aprovecha para cambiar de tema- Ya que tu me contaste un poco sobre tí, me gustaría contarte de mí..

_ -él se enternece al verla con las mejillas de ese color, quizás había sido muy directo.- Claro, me gustaría conocerte un poco.

_ Cuando vivía en Japón, las personas a nuestro alrededor no eran nada amables con mi hermano y conmigo. En parte porque sospechaban lo que éramos. -suspiró y sus ojos se volvieron más claros de lo normal- Pero nuestra madre nunca nos lo dijo porque tenía la esperanza de que se equivocaran.

_ -nota aquel cambio y solo guarda silencio-.

_ Escapamos con Aiperus...y tuvimos que dejarla. -se calla un momento- Después de eso me volví como soy ahora.

_ ¿Nunca más la viste? -dice con voz baja, ahora entendía como lo había descubierto, ella había tenido madre como él-.

_ La última vez, estaba enojada con ella y luego, digamos que ya era muy tarde para pedir perdón. -comenzó a suspirar, su respiración parecía costosa- Por eso, Allan, arregla las cosas con tu mamá.

_ -los ojos de él se llenaron de lágrimas al escuchar eso, era lo más humano que había escuchado de un demonio, de ella. Luego volvió a serenarse y al escucharla agitada le dijo- ¿Qué ocurre?

_ Nada, ya se me pasa. -su llanto en seco era así, se sentía expuesta, hablar de algo así jamás lo había hecho, ni siquiera con Nana o su propio hermano-

_ Lo sé, Amuria, te diré algo y quiero que no lo olvides ¿Bien?. -la abrazó con más fuerza para mantenerla así de cerca para que lo escuchara claro-.

_ Bueno pero que no sea nada cursi. -bromea un poco para que se le fuera el melancolismo-

_ Yo te quiero. -dijo y la sintió temblar en sus brazos-

Amuria no dijo nada, solo tembló y su respiración se paró de pronto. El dragón se levantó apenas y al verla sintió como cambiaba su energía y la envolvía de una forma extraña. Ella solo cerró sus ojos e intentó levantarse e irse. Allan la contuvo tomándola de los brazos pero al verle los ojos nuevamente, con aquel color rojo sangre, supo que sería mejor que no la presionara. La soltó.
Ella se levantó y salió por la puerta, se sentó a orilla de esta y pensó envuelta en su forma demoníaca.

_ Tengo miedo... ¿Por qué tuvo que decir una tontería como esa? -en medio de sus pensamientos un sonido la distrae de todo. -apenas volteó y vio por la unión de la puerta. Allan seguía angustiado, estaba segura que no era por ella, porque él miraba la ventana como antes lo hacía ella.- Ah...que demonios...

Se levanta y se dirige a él, lo toma del brazo y lo saca del cuarto. No permitía que se lamentara de esa forma, debía arreglar las cosas, en parte por él, en parte por su misma deuda.

_ ¿Dónde me llevas? -dice una vez que reacciona y entonces se limpia rápido el rostro por si alguien los veía-.
_ Detesto que seas así de flojo, vendrás conmigo y hablarás con ella ahora. -dice con enojo fingido y nota que él no se opuso en nada- Ves, debes hacerme caso, yo he hecho las cosas mal y por lo tanto se cómo puedo evitarte esa molestia.

Llegaron a la oficina del director, lugar donde estaba el único teléfono de la escuela. Ella se teletransportó al interior y sacó la traba, luego lo hizo entrar a él. Entonces al darle el tubo notó como temía hacerlo, discó un par de veces y cortó. Amuria no soportó más, al marca por cuarta vez ella tomó el tubo y esperó a que atendieran.

_ ¡Amuria dame eso! -dijo tratando de sacarle el teléfono-

_-espero a escuchar cuando atendieron- Ten es todo tuyo.

_ Hola ¿Quién habla? - la voz era de una mujer, la madre de Allan-

_-quedó callado un momento y con miedo dijo- Yo...Allan...-agregó con rapidez- Lo siento...

La diablesa vio una expresión calma en él, seguramente su madre ya lo había perdonado hace tiempo, solo esperaba que él la perdonara. Era un tanto dulce, salió de aquella sala y sonrió sin darse cuenta.

_ Si tan solo alguien me hubiera arrastrado de la misma forma que yo a Allan, quizás ahora sería distinto. Pero aún así...estoy feliz por él...-recordó aquellas palabras " Yo te quiero" le daba mucho miedo pensar en que alguien podía quererla- Okasan...no te imaginas cuanto te extraño...


Miró por la ventana al cielo, sentía tantas dudas en ese momento. Necesitaba a alguien con quien hablar sobre sentimientos, alguien que la amara sin importar lo detestable que podía ser a veces, alguien...alguien...necesitaba a su mamá...
Una tristeza enorme la invadió, luego el recuerdo del fuego y todo aquello que quedó hecho cenizas, incluso su antigua yo.
Amuria, Amuria, la ceniza en la oscuridad, definitivamente no le había errado en nada la vieja Suzuki.
De pronto alguien la saca de sus pensamientos, siente un escalofrío a su espalda.

_ No se que pueden ver en tí, si solo eres una miserable. -dice el joven de voz ruda-

_ Miserable serás tú, porque a diferencia de muchos, solo ves lo que desesperadamente quieres. Estoy muy cansada como para hablar. -dice y lo ignora- Ya olvídala Dante, tu eres muy bueno como para llorar a una tonta como esa.

_ ¡Deja de decir...-de pronto se calla al ver que el dragón se le oponía- Allan.

_ Ya vámonos Amuria, lamento las molestias. -entonces como nunca, la toma por la mano y comienzan a caminar. La diablesa no pudo reaccionar-.

El joven solo los ve alejarse, al mirar como él la sostenía con delicadeza y ella se dejaba hacer por su voluntad, comenzó a sospechar que quizás no solo le gustaba Amuria, sino también sentía cosas más serias por ella. Tendría que advertirlo, porque él era su amigo y esa mentirosa -como le llamaba- no se merecía a nadie, porque ella simplemente no podía amar a nadie. O eso creían todos en aquella enorme escuela.

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Allan me había mostrado, que era susceptible, que sentía. Y que...me quería...todo mi interior se llenó de dudas. Si hubiera sido un demonio quien lo hubiera dicho, jamás lo habría creído, pero lo dijo siendo más humano que mi misma. Siendo alguien con sentimientos, y no pude dudar de que lo decía en serio. Esto me asustó, era muy distinto a antes, no ...no...podía alejarlo. No quería hacerlo.
A la vez que no quería lastimarlo, y eso era tan común en mi, que pronto...tendría que demostrarle que también tenía sentimientos...o sino podría perderlo.

1 comentario:

Minae dijo...

Owww pobre Allan D: pobre Amu D: pobre director golpeado xD
Este capítulo me gustó mucho, es muy lindo lo que Amuria hizo para ayudar a Allan, la verdad es que me sorprendió pero me encantó ^^
Hm.. qué habrá sucedido entre Amu y Dante para que se peleen así..?
Nee-chan, me encanto este cap, espero que lo sigas pronto, sayo n.n
P.D: Amo a Allan <3 ! (gomenasai, debía admitirlo xDDD)